Después de ver esta pintura, es posible que tengas en mente muchos pensamientos negativos o positivos, por eso es preciso conocer su historia. Esta obra de una joven amamantando a un anciano en una prisión se vendió por 30 millones de euros.
La pintura puede parecer perversa, pero la historia detrás es de registros históricos.
El hombre fue condenado a "muerte de hambre" por robar una barra de pan durante el reinado de Luis XIV en Francia. La mujer era su única hija y la única visitante en su celda. Se le permitió visitarlo todos los días, pero la registraban minuciosamente para que no ingresara nada comestible.
Después de tantos días los guardias estaban perplejos al verlo aún con vida y sano, comenzaron a espiar a la joven y para su total asombro la encontraron amamantando a su padre, compartiendo la leche de su bebé. Los jueces, dándose cuenta de la compasión y el amor desinteresado de la mujer por su padre, lo dejan en libertad.
Esta parte de la historia pone de relieve cuán profunda es la compasión de una mujer, de una hija, hermana, madre, en nuestra vida diaria y que muchos hombres a menudo tienden a pasar por alto.
"Hija amamantando a su padre muriendo de hambre en la prisión". Pintura de Hans Sebald Beham
No hay comentarios:
Publicar un comentario