sábado, 10 de octubre de 2015

La hiena de Querétaro...

Desde hace 26 años, la casa ubicada en la calle Hacienda Vegil número 408 de la colonia Jardines de la Hacienda, en la ciudad de Querétaro, está abandonada.


Ese, que alguna vez fue "un hogar", se quedó solo cuando sus paredes se mancharon de sangre.
Ahí vivía Claudia Mijangos Arzac, madre divorciada con tres niños pequeños a su cargo. Sus hijos eran Claudia María, Ana Belén y Alfredo Gutiérrez Mijangos, de 11, 9 y 6 años, respectivamente.

Los niños murieron en manos de su madre, el 24 de abril de 1989, quien había sido reina de belleza en su natal Mazatlán, Sinaloa, y era dueña de una tienda de ropa de mujer en Querétaro.

A Claudia se le preguntó sobre lo sucedido y durante mucho tiempo guardó silencio, después dijo que no recordar nada y al final aseguró que una vocecita le ordenó que atacara a sus hijos.

Nadie podía creer que ella fuera la autora de los homicidios, pues era conocida por ser maestra de catecismo. Ni siquiera ella recordaba lo sucedido, porque cuando le preguntaban, decía que sus hijos estaban en la escuela.

Luego de que se recuperara, fue trasladada al Penal de Mujeres de Querétaro, donde pasó el tiempo esperando juicio, hasta que fue trasladada a un hospital psiquiátrico en la Ciudad de México.
Los hechos desde siempre han generado curiosidad, por lo que se crearon varios mitos y rumores en su entorno.

Carlos Trejo, quien se ha hecho de fama por estudiar casos paranormales, expuso una versión, en la que aseguraba que su equipo de investigadores logró ver en la casa -cuando fueron a hacer un video- a una niña en la cocina con la pijama ensangrentada.
El libro "Evidencias de vida después de la muerte", relata que un vecino, un niño pequeño, se encontraba jugando afuera cuando su pelota cayó en la casa. Al ir a recogerla, se encontró con una niña que en realidad era un fantasma.

Dicen que eso fue desmentido, pero existen vídeos donde se registra movimiento sin aparente razón. La gente dice que se siente una vibra muy pesada en el lugar; que fotografías muestran sombras cuando se supone que nadie está en el lugar.

Otras versiones aseguran que algo maligno habita en la casa, que hizo que Mijangos, de 33 años, actuara de tal manera. Decían que estaba poseída, porque cuando se encontraba recluida, "hablaba con alguien" y hacía una voz más gruesa a la que se le conocía. Sin embargo, también se sabe que es maniaco-depresiva y sufría lagunas mentales y delirio de persecución.

Los fanáticos de experiencias paranormales, ven en el caso situaciones fuera de lo común, por lo que han sido varias las visitas que se han realizado a la casa de Mijangos, para tratar de averiguar el por qué de las cosas.

Esa curiosidad llevó a los vecinos a quejarse y pidieron a las autoridades levantar una barda con alambre de púas para cerrar cualquier acceso al interior de la vivienda, que al parecer ya ha sido vendida en varias ocasiones, pero sin que alguien se atreva a vivir en ella... Espécial agradecimiento a Brenda Mireles

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